La calle es mucho más que un espacio de circulación. Es el lugar de la vida local, un lugarhabitado. Por lo general, la circulación acapara la atención del proyectista de urbanismo, de la entidad encargada de su gestión o del propietario de la vía. Sin embargo, el lugar que se debe otorgar a los vecinos es primordial puesto que ellos también tienen necesidades y usos que satisfacer. Además, el papel de los vecinos puede ser decisivo para mejorar la calidad y el ambiente de una calle. Esta ficha trata sobre las calles residenciales y las calles con escaso tráfico donde la vida local necesita desarrollarse. Presenta experiencias de administraciones locales que se han apoyado en la contribución de los vecinos para desarrollar un espacio destinado a su uso –el frontage– contribuyendo así a desarrollar las condiciones favorables para una mayor expresión de la vida local, la ralentización de la circulación y una mejor imagen de la calle.